Esteban Pineda Pérez*
Escribir y leer poesía
es una actividad democrática, puesto que se pueden elegir un sinfín de
acciones, pero leer y aún más, leer poesía es adentrarse en un mundo diferente,
el que nos propone el poeta, enfrentarse a sus palabras, estar de acuerdo o
disentir de su posición.
Mientras que escribir
poesía es el resultado de un estado inquietante del espíritu al tiempo que se
tiene una claridad visual del efecto que darán las palabras, de las voces y
desde luego de las imágenes poéticas. Transformarlas a otros lenguajes de la
sensibilidad es tarea del verdadero poeta.
Homoscriptum,
Artepoeticapress, y Acequia Va de Nuez acaban de rescatar este
poemario del naufragio y eso se los tenemos que agradecer y desde luego a
Carlos Prospero que 29 años después nos dé a conocer su propuesta poética, de
la que no se ha apartado hasta ahora.
Esta obra está
compuesta de dos partes: Respuesta a las Criaturas
seguido de Cuaderno de Abordo.
Podríamos decir que
las dos partes tienen el mismo asunto, pero no se podría decir que guardan
unidad de acción. La primera parte es la comunicación con el pensamiento y su
reflexión de un viaje con rumbo definido pero con la certeza de no saber dónde
está; el desconcierto que provoca la ruta de un navío con dirección, pero
perdido de inicio; la segunda es mostrar el exterior que va deslumbrando al
poeta conforme la nave avanza en la búsqueda del Nínive.
Es el viaje
ineludible que todo hombre enfrenta, pero no todos, sólo los que no enfrentan
contradicciones.
No hay lugar en la
nave para los cobardes,
para los que juegan
al papá y la mamá a sus 30 años
para los que no
tienen de valor un apipizca
para los que en el
tranvía no les pica una pulga,
para los que guardan
compostura ante las damas, etcétera
Es aquí donde las
contradicciones se suceden y van apareciendo una a una, y sin el afán de
concebir una lectura marxista del texto las contradicciones humanas aparecen.
Para los que trabajan
para el gobierno y acusan a los otros de que trabajan para el gobierno (…)
En fin, no hay lugar
sino para el guerrero que se juega la vida
Se necesita de mucha
valentía e inteligencia para adentrarse en este texto lleno de contradicciones
e ironía, pues el lector no dejará de tener la mueca angustiosa de verse
reflejado en los que están descartados para subir a la nave.
Hay una trampa, pues,
que el autor conoce bien, y la trampa está colocada desde los primeros versos
que obliga al intelecto a continuar hasta dar con ella. Tampoco está oculta; es
como la tinta que flota sobre el agua en Respuesta
a las Criaturas y se desdibuja en las páginas de Cuaderno de Abordo.
El desconcierto que
esta poesía arroja al lector es el deslumbramiento del alma, pues lo sitúa en
el otro plano de realidades donde ya no se pide nada que nos pueda ser
proporcionado más que por las palabras mismas.
Este libro nos ha
propuesto una nueva forma de hacer poesía, no académica, a pesar que provenga
de ella, pues se posiciona de lado de la realidad que para nadie es
desconocida: el misterio del destino pero sin el determinismo cultural que la
palabra exige.
Cuando empecé a leer
este poemario me pregunté ¿Cuál es el objetivo de este poemario? Al final de la
lectura pude contestar sin el rigor académico: El privilegio de disentir contra
lo establecido es para quien hace lo mismo pero en dirección distinta, con una
nueva orientación.
La historia está
animada por la presencia de contradicciones en el seno de la realidad, y la
libertad de escribirla y mostrarla a través de la poesía es algo más que una
simple negación de no escribirla.
*Texto leído
14 de septiembre de 2012
Presentación Poemario: Respuesta a las criaturas (2012)
Ediciones Artepoética Press, Acequia Va de Nuez y Homo Scriptum
Museo de Arqueología de Occidente